jueves, 24 de mayo de 2007

"EL SOL DE ANTEQUERA" NOS INSULTA

En el editorial del nº 4.451 el Sr. director se descuelga con la siguiente deposición:

Mañana es otra de esas festividades religiosas, heredadas de siglos, en las que se tira a la calle lo que queda de la Antequera fiel a sus creencias y a sus principios, la que no se avergüenza de mostrar lo que recibieron de sus padres y en sus escuelas primeras, la que se resiste a seguir los pasos equivocados que les marcan unos y otros, en una palabra, la Antequera creyente que heredó de sus padres su pasión por el Señor, la inculca a sus hijos, y no lo oculta cuando se trata de ir a las “funciones” de las novenas, o formar parte de la procesión. La Antequera más auténtica y fiel, forjada en el crisol de los siglos y la fe. La Antequera que no se deja seducir por las modas de “formar parejas”, vivir “en pareja”, divorciarse y esas cosas por el estilo, que copiamos como tontos, sin personalidad, de la televisión-basura, de la bazofia que nos bombardea vestida de colorines y oropeles. La Antequera que cree en el progreso, en el avance de la Ciencia y la Técnica, pero no olvida de dónde parte todo. La Antequera más real, más auténtica, y no la Antequera que hace oídos sordos a lo que le dice, a gritos, su conciencia, dejándose seducir por el egoísmo, por olvidar de dónde viene.

Ajenos a todos esos movimientos –fomentados, amparados, originados por sectores que se olvidan de su auténtico papel, del ejemplo que deberían dar–, mañana, muchos antequeranos acompañarán al Señor, junto a sus hijos o nietos, y recordarán que empezaron a hacerlo ellos, de la mano de sus padres o abuelos. Y por muy “modernos” que sean, en ese momento mirarán hacia el Cielo, sabiendo que sus mayores les siguen desde arriba, que son fieles a ellos y a sí mismos.

Estoy perdiendo la paciencia con este... tipejo. Ya no le basta con ser un mal juntaletras (a periodista no llega), adulador sin escrúpulos, dictadorzuelo de tres al cuarto y un montón de adjetivos más que el buen gusto me impide escribir, sino que se permite el caballerete insultar a una parte importante de sus potenciales lectores.

Tacha de vergonzantes a quienes simplemente no tienen sus mismas creencias religiosas.

Trata de tontos que siguen modas indecentes a quienes "viven en parejas" (se sobreentiende que sin pasar por el presbiterio) o a quienes se divorcian.

Llama egoístas que desafían a su propia conciencia a quienes no quieren seguir los dictados de su (trasnochada) secta.

Compara con la bazofia televisiva (al menos estamos de acuerdo en que la televisión es pura bazofia) a quienes han querido liberarse de los dogmas morales que nos ha impuesto él y toda la banda de hipócritas de su ralea.

Y todo esto lo dice desde su supuesta superioridad moral amparada en el paraguas protector de una secta con millones de asesinatos, abusos y perversiones a sus espaldas .

Coño, sólo le ha faltado decirnos que los no creyentes somos todos unos rojos, ladrones y maricones.

Mire, Sr. director, si usted sigue insultándonos de tal forma, yo comenzaré a perder el respeto que mantengo por esa secta de la que usted forma parte (por usted ya lo he perdido) y comenzaré a denunciar sus tropelías. Advertido queda.

1 comentario:

ILDEFONSO MARMOL dijo...

Terrorífico.Ese "periodista" morirá de su propio éxito.Debería leer algún libro sobre la iglesia del sigloXV (De los Borjia, por ejemplo) A ver si se entera de donde le vienen la herencia de sus padres, que con tanto cariño él va a seguir pasando a sus hijos. Enternecedor el artículo. Un abrazo desd Mataró