Ya que he citado a don Fernando Lázaro Carreter recuerdo su indignación ante una de tantas incorrecciones en que incurre la profesión periodística: el uso indiscriminado de "el mismo".
Nuestro semanario nos presenta un ejemplo ideal en un artículo sobre un concurso de pintura. El nombre del concurso se cita en la primera línea del artículo y a partir de ahí, leemos:
...contó con la presencia de los distintos premiados en las diez ediciones del mismo...
Perfectamente se podría haber redactado así:
...contó con la presencia de los distintos premiados en las diez ediciones anteriores...
Más adelante:
En total son 33 obras que dejan patente el carácter del mismo que va demostrando la gran calidad del mismo.
No pueden resistirse a elevarse sobre el común de los mortales, retorciendo el idioma ampulosamente pues bastaría con decir:
En total son 33 obras que dejan patente su carácter y gran calidad.
Pero creen que eso es sinónimo de expresión pobre, ignorando que el lenguaje debe ser preciso y que es mejor dejar las florituras para quienes realmente saben escribirlas y en el contexto adecuado.
¿Hay algo más ridículo que alguien que pretende parecer sabio cuando no tiene la más mínima idea?
Nuestro semanario nos presenta un ejemplo ideal en un artículo sobre un concurso de pintura. El nombre del concurso se cita en la primera línea del artículo y a partir de ahí, leemos:
...contó con la presencia de los distintos premiados en las diez ediciones del mismo...
Perfectamente se podría haber redactado así:
...contó con la presencia de los distintos premiados en las diez ediciones anteriores...
Más adelante:
En total son 33 obras que dejan patente el carácter del mismo que va demostrando la gran calidad del mismo.
No pueden resistirse a elevarse sobre el común de los mortales, retorciendo el idioma ampulosamente pues bastaría con decir:
En total son 33 obras que dejan patente su carácter y gran calidad.
Pero creen que eso es sinónimo de expresión pobre, ignorando que el lenguaje debe ser preciso y que es mejor dejar las florituras para quienes realmente saben escribirlas y en el contexto adecuado.
¿Hay algo más ridículo que alguien que pretende parecer sabio cuando no tiene la más mínima idea?
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