No deja de llamarme la atención que, ya en el siglo XXI, se sigan celebrando actos como el que nos cuenta El Sol. Si yo fuese un futbolista de este (u otro) equipo, se me caería la cara de vergüenza si me obligasen a presentarme ante la Virgen de los Remedios a darle gracias por haber puteado a la Vera Cruz (de Caravaca), a Santa Eulalia (de Oviedo) o a ella misma cuando se disfraza "de la O" (en Narón). Pero no es de extrañar que sucedan estas cosas cuando se unen en un mismo rincón dos conceptos tan próximos como el forofismo deportivo y el fanatismo religioso. Por supuesto, cada uno es libre de hacer el ridículo de la forma que más le guste.
miércoles, 25 de junio de 2008
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